martes, 4 de diciembre de 2007

Water Festival in Siem Reap

Este fin de semana fue perfecto para hacerse una escapada fuera de la ciudad, ya que debido al “Water Festival”, el viernes fue feriado. Cómo yo tenía que viajar a Siem Reap el jueves para mi visita de obra semanal a los departamentos que estamos construyendo allí, Louise tomo el último vuelo de la tarde y nos encontramos allí.
La idea era el viernes aventurarnos fuera de la ciudad hacia algún lugar remoto, para conocer un poco más de la verdadera Camboya. Queríamos ir y pasar la noche en Preah Vihear, cerca del borde con Tailandia, pero al parecer la única forma de llegar es en una 4x4 (que nos querían cobrar 300 dólares!), debido al mal estado de la carretera. Así que desistimos, y el viernes decidimos quedarnos en Siem Reap y hacer un plan más relajado. Desayunamos por la mañana en el Butterfly Café (un café al aire libre donde todo está cubierto por una red y lleno de mariposas que revolotean entre las flores), luego caminamos hasta el centro donde recorrimos el Old Market. Almorzamos en Blue Pumkin, un moderno bar en el centro de Siem Reap, y por la tarde nos fuimos al rio a ver las carreras de botes.

A raíz del ‘Water Festival’, miles de personas en ambos lados del río esperaban ansiosos y celebraban el paso de los botes. Estos botes son, finitos y largos, con los remeros ubicados de dos en dos… y las carreras se realizan de a pares. El trayecto tiene unos 600 metros aproximadamente. Ya desde la mañana se podía observar los botes practicando para las competencias que tendrían lugar en la tarde.
El Water Festival en Camboya tiene lugar cada año en Octubre o Noviembre, coincidiendo siempre con la luna llena y es el mas extravagante y exuberante festival en el calendario Khmer, incluso eclipsando las celebraciones del año nuevo. Comenzando el día de la luna, y principalmente en Phnom Penh (aunque en Siem Reap se realiza una versión más reducida pero no por eso menos interesante), mas de un millón de personas de todas las clases sociales se reúnen en la rivera de los ríos Tonle Sap y Mekong para mirar las careras tradicionales de botes. Este año más de 400 botes de colores brillantes, con más de 2500 remeros corrieron por el honor (y los premios… claro está). Estas carreras de botes tienen su origen en tiempos ancestrales cuando la marina del Imperio Khmer era una de sus fuerzas más importantes.

Durante todo el día los botes corren carreras de a pares a lo largo de un recorrido de un kilómetro y luego por la noche el río se llena de cruceros que llevan a la gente de paseo, todos decorados con luces y colores brillantes, principalmente para poder observar desde un mejor lugar los fuegos artificiales.
Este festival marca el comienzo del cambio de dirección en el flujo de la corriente del río Tonle Sap. Durante la temporada de lluvias, el río cambia su dirección y en vez de fluir hacia el mar fluye terreno adentro alimentando el lago Tonle Sap, el lago más grande del sudeste asiático. Cuando las lluvias disminuyen el rio cambia de dirección nuevamente, y comienza a fluir hacia el mar, desagotando toda el agua acumulada en el lago. Este fenómeno natural se repite año tras año.

Volviendo a nuestra aventura en Siem Rep. Ya tuvimos oportunidad en varias oportunidades de visitar los templos de Angkor, y esta no es la mejor época para hacerlo ya que esta plagado de turistas por todas partes! Así que decidimos en vez, dirigirnos hacia otros templos más alejados, mucho menos visitados, pero igual de interesantes! Alquilamos un coche con chofer y nos dirigimos por la mañana hacia Boeng Maelea, a unos 80kms de Siem Reap. Si bien la carretera ha sido mejorada considerablemente, los últimos 30 kilómetros son de tierra. Llegar no es tan fácil si uno no conoce la zona ya que no hay carteles que indiquen nada.. y si los hay, están todos en khmer así que da lo mismo que nada.
Este templo no tiene nada que envidiarle a mucho de los templos de los alrededores de Angkor. La gran diferencia radica en que nunca fue restaurado, y aun puede verse como la jungla se apoderó del templo y en muchos casos lo mantiene en pie. No es difícil imaginar como se veían los templos de Angkor al momento de haber sido descubiertos.

Nos adentramos en el templo. Un señor, vestido con uniforme (no se de que), nos hizo seña de por donde debíamos caminar. Luego nos hizo seña que lo sigamos… y nos empezó a señalar algunos lugares y a tirar palabras sueltas en ingles: “library… gate… north… gallery…”. Era el guía! Claro… mucho no nos podía explicar porque no hablaba mucho inglés. Se lo notaba un poco nervioso así que con mi khmer básico tiré un par de palabras como para romper el hielo y asi demostrarle que nosotros estábamos exactamente en la misma situación que él. Se le dibujó una sonrisa en la cara… se rió y a partir de ahí no importó más lo que nosotros dijéramos o preguntáramos, todo lo que siguió fueron explicaciones en puro khmer, y las respuestas a cualquier pregunta que hiciéramos, ya sea en inglés, español, mandarín, o quechua sería: Yes, yes!

En realidad nos dimos cuenta luego de unos minutos que necesitábamos del guía ya que los recovecos y pasadizos y lugares por los que había que caminar no eran tan simples de descubrir. Ya antes de arrancar la expedición, el chofer del coche nos había advertido que no nos alejáramos de los caminos marcados (¿?) porque muchas de estas zonas aun no habían sido desminadas. Pensé que exageraba… igual no daba para probar suerte. Luego vimos un par de carteles: DANGER MINES!!! Y ahí se nos terminaron las dudas.

Nos sentíamos Indiana Jones y Lara Croft caminando por entre y sobre piedras que tenían miles de años! Y estábamos completamente solos… si no fuera por alguna que otra pareja que vimos a lo lejos, y algunos niños de la zona que jugaban en el templo (lo que hubiese dado yo de chico para jugar a las escondidas acá!)



Luego de más de una hora de recorrer y sacar fotos, nos subimos otra vez al coche y de ahí a otro templo. Koh Ker, ubicado unos 80 kilómetros más lejos aún. Este templo es de estructura piramidal, y es el más grande de su tipo en Camboya. Me sorprendió su similitud con los templos de los Mayas. Es realmente increíble que dos culturas diferentes, en puntos totalmente opuestos del globo terráqueo lleguen a construir edificaciones tan similares.
Lo más interesante y único fue, repito, que éramos los únicos extranjeros allí. Luego había tres monjes, dos guardias y una pareja de japoneses. Todo el templo para nosotros. Nos divertimos bastante sacando fotos de los monjes… y ellos con sus teléfonos haciendo videos de nosotros. La vista desde la cima del templo es impresionante, y se puede observar la interminable jungla 360 grados a la redonda.

Luego de haber estado varias veces en Siem Reap, y visitado los templos allí, fue una muy buena experiencia saber que no solo están esos templos sino que también fuera del ‘circuito’ típico turístico hay otros iguales o aun más impactantes que uno puede visitar, además de vivir una experiencia más en contacto con la verdadera Camboya rural.


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

De verdad me asombra todo lo que contas, y una envidia ( de la sana)
Me encantaria algun dia poder conocer esa tierra.
te dejo un abrazo
gustavo

Anónimo dijo...

Buenisimo tu blog. Me estoy tomando todo el tiempo para leerlo desde el principio. Vivo en Italia y mis vecinos son de Vietnam...como te podras imaginar muchas de las cosas que contas: me vi reflejada!!!!. Hace muchos años que viven aqui pero igualmente siguen con sus costumbres. Una cosa muy divertida es que les gusta cantar, hacen karaoke en el depto....pero no en italiano sino en vietnamita!!!!!.
Cuando viene alguien a visitarlos nadie toca el timbre, se paran debajo de la ventana y gritan....
La primera vez que lo hicieron casi me muero de un infarto porque estaba durmiendo y como yo vivo en planta baja el que grito estaba parado delante de mi ventana.
En fin anecdotas tengo miles.
No dejes de seguir contando tus aventuras junto a tu bellisima señora porque te aseguro que nos haces viajar con la mente.
Espero algun dia encontrar en alguna libreria toda tu historia escrita en un libro, vale la pena!
Gracias, Grazie!!

Valeria

Anónimo dijo...

Muy bueno el flog... yo ando buscando info de Camboya, China y Vietnam para un futuro viaje el proximo Abril... Te cuento que yo soy "porteño", o sea, de la cosmopolita ciudad de Buenos Aires, Argentina y, como te comentaba, iremos por esas regiones en un futuro proximo.
Estoy recopilando informacion sobre costos de transporte y estadía que son 2 pilares fundamentales... si tenes alguna data precisa o pagina de internet que creas que pueda servirme, te lo agradeceré por siempre...

Por cierto, me llamo Mauro y te mando un saludo desde tu lejano país natal

PD: Por lo que leí... odias los mails... yo te lo dejo por si las moscas... maurobressan1@hotmail.com

Unknown dijo...

Gustavo, gracias por el msg.

Valeria... si.. el tema 'karaoke' y el tema 'grito' merecen dos post aparte... Gracias por tu comentario... creo que para el libro falta... jaja!

Mauro... respondí tu mail. Comentame más sobre tus planes y te asesoro mejor. Un abrazo

Anónimo dijo...

hola, Lucas, mi nombre es Marisa y vivo en Rosario, Barrio Echesortu, te descubri en la pagina del diario La Capital, que experiencia profesional y de vida la tuya......me gusta leer tu blog, es muy interesante, y bueno te cuento que hoy 12 de diciembre es un dia espectacular!!, soleado, despejado, hermoso......saludos desde Rosario

tomas dijo...

Te escribí, Lucas, hace unos días pero no compruebo que hayas recibido mi escrito, al parecer se fue por ahí...
Te comentaba una documental que pasó hace un mes el canal de Francia sobre la vida pesarosa de los pueblos de Indochina, pero que el parecer éllos no saben que es pesarosa por desconocer cómo viven en otras partes del globo, como en Rosario por ejemplo. Aquí es más fácil hacer pìqueterismo que vivir de la pesca como único sustento, previo a fabricarse ellos mismo la barcaza en la que vivirán , todo el año, recorriendo el Río Paraná.
Creo que nuestros gobernantes, y más siendo socialistas, nunca permitirían ese destino, pero en lugar de beneficiarlos les crearían leyes prohibiendo la pesca por temor a que nos quedemos sin peces y que contaminen el agua.
Hace unos años leí un libro de viajes de un antropólogo alemán que juntamente con su esposa viajaban por donde ahora lo hacen vos y tu esposa. Era 1940 pero me da la impresión, comparando con la documental, que nada ha cambiado desde entonces. La vida de los pobladores era y parece que sigue siendo muy dura y que sus expectativas de vida en esas condiciones no superaría los 40 años. También el alemán habla de un pueblo donde hay elefantes dóciles y que fueron, montados en uno, en ascenso en busca de un misterioso lugar, llamado Meo, en la montaña, que viven (o vivían) en estado primitivo. Los Phi Tong Luang. o "Los espíritus de las hojas amarillas". ¿Existe eso todavía?. Un abrazo y te ruego me excuses si estoy fuera de foco.
Tomás.