miércoles, 24 de octubre de 2007

Volver

Llegué a Cambodia ayer por la tarde. Y dormí. Si, dormí sin parar casi 15 horas. Ya se que es lo peor que uno puede hacer para combatir el ‘Jet Lag’, pero la verdad es que no pude resistirme.

El cansancio acumulado de los últimos días en Argentina, y el interminable viaje (Buenos Aires – Cape Town – Johanesbourg – Kuala Lumpur – Saigon – Phnom Penh… en 34 horas!) pudieron más. A todo esto súmese la mezcla inevitable de ‘nostalgia’, ‘tristeza’, y ‘pensamientos varios’ que se generan cada vez que uno tiene que ‘irse’ para volver Dios sabe cuando…

Lo que más cuesta es, obviamente, despedirse de la familia. Uno cree que ya, luego de más de cuatro años de vivir a ‘un millón de años luz de casa’, debería acostumbrarse a estar lejos y que decir adiós no será mas que un trámite. Pero no, cada vez que uno vuelve, cuesta volver a separarse como si fuese la primera vez.
También están los amigos. Aunque en estos cuatro años y pico, coseche algunas amistades, nada es comparable a los amigos de toda la vida. En este viaje tuve la oportunidad de tener algunas charlas de amigos, de esas que hacía tiempo no tenía. Y ahí es cuando uno se da cuenta de cuanto extraña esos momentos, y que no hay nada como un amigo que habla tu propio idioma.
Esta vez creo que la despedida me pegó más fuerte que otras veces. No se si será que fui solo y me tuve que bancar el decir ‘adiós’ y el viajecito solo; con todo lo que ello implica. Tu cabeza va a mil… y las preguntas se sucedan una tras de otra: Qué estoy haciendo a 15.000 Km.? Por que no volver? Que gano haciendo esto? Otras veces, el solo hecho de viajar con Louise, hace que rápidamente las cosas parezcan mas ‘naturales’ si se quiere. Pero si. Fue duro volverse. Casi como si la única razón para regresar fuese reencontrarme con Louise. Pensar en eso me hizo sentir mejor. Es la primera vez desde que estamos juntos que estamos separados tanto tiempo, así que estamos ansiosos de volver a vernos (ella esta ahora en Vietnam con su hermano Andrew, hasta el día viernes)

Otra cosa que tal vez tampoco ayudó a todo este proceso de irse es que encontré un país mejor, económicamente hablando. Ojo.. dije mejor, que no significa ‘bien’. Pero si, hay que reconocer, que hay un movimiento que no percibí en ninguna de mis otras visitas anteriores (2005, 2004 y 2003). No voy a entrar aquí en el debate de a que se debe esta ‘mejora’, ya que eso será motivo de otro posts. Pero antes uno, cuando le pegaba la nostalgia, trataba de darse manija con el tema económico. Del trabajo, la posibilidad de ahorrar, de crecer, de hacer una carrera etc, que en Argentina encontraba casi imposible. Ahora la economía esta mejor y ante esta situación uno agrega a todas las preguntas anteriores una mas: Y si me vuelvo? No podría hacer todo lo que estoy haciendo allá, acá? Ahora parece que la cosa esta mejor y hay laburo… y etc etc etc. Obviamente no. No es tan fácil y no todo es color de rosa. Pero la cabeza y el corazón ‘tanguero’ que tenemos los argentinos siempre buscan hacernos sentir nostálgicos. No voy a entrar tampoco a analizar aquí y ahora las razones que hacen que para mi vivir y trabajar en Cambodia, Singapore, o Vietnam tengan sentido. Son cuestiones que, a pesar de estos pensamientos que expreso aca, tengo más que claras. Pero eso podría ser también material para un nuevo post.

Llegué a Cambodia ayer por la tarde. Y dormí. Hoy me desperté y por momentos me pareció que estas tres semanas en Argentina habían sido parte de un sueño. La pasé muy bien. Fue lindo reencontrarse con la familia y con muchos amigos que hacia tiempo que no veia. Algunos más de 6 años! Ya se que los próximos días serán duros de llevar, y también se que la semana próxima, una vez me adentre en el laburo y las actividades diarias se me pasará. Pero bueno, este post en realidad es para los que piensan que ‘irse’ es fácil (siempre cuando vuelvo a Argentina muchas veces escucho comentarios relacionados con eso). En la ecuación obviamente sé que gano (si perdiese o saldría empatado no estaría aquí) pero el corazón no entiende de matemáticas y las despedidas nunca fueron mi fuerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

razón vs corazón siempre es tan dificil... animo, cuando este Louise a tu lado te sentiras mejor
Saludos,

Vero :)

Gab dijo...

Hola Lucas, legué a tu blog por medio de otro y la verdad leer tu experiencia de regreso me cayo como anillo al dedo. Resulta que me estoy instalando en la ciudad de México, un destino menos exotico para los argentinos que la ex Indochina claro. He tenido la oportunidad de conocer esa parte del mundo porque trabajo en turismo y justamente el trabajo en una agencia mayorista especializada en Asia es lo que me trajo a la tierra del Tequila. Me fui un poco por las ramas, pero solo queria saludarte y darte las gracias porque con tu relato me sentí de alguna forma acompañado. Abrazo.

Anónimo dijo...

siempre es dificil partir, despues se te pasa, nosotros en feb nos volvemos a baires, mientras saludos desde mex, myriam